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Pablo Sarasate fue uno de los grandes violinistas del siglo XIX y uno de los personajes más admirados en su época: era llamado «el mago del violín» o el «moderno Paganini»; sus conciertos eran acontecimientos de tal magnitud, que el público se aglomeraba en las salas y las entradas se revendían, algo similar a lo que ocurre con las actuales estrellas del pop; escritores célebres como Arthur Conan Doyle o Herman Hesse o introdujeron en sus novelas o poemas; y pintores de la talla de Whistler lo retrataron. Su secreto estaba en su perfecta técnica y su maravilloso sonido. Pero además dejó una huella indeleble en el ámbito del violín a través de sus propias composiciones y de las obras que escribieron para él grandes músicos como Saint-Saëns, Lalo, Max Bruch y muchos otros.

Este libro no es una biografía más de Sarasate, sino un estudio de carácter totalizador que aborda de manera científica las distintas facetas de su figura situándolas en su contexto. A través del estudio de una amplia documentación de primera mano, la mayor parte desconocida hasta ahora -cartas, artículos, notas de prensa, partituras-, se analizan su vida y personalidad, su trayectoria como intérprete, los juicios críticos y estéticos que recibió durante su carrera, sus composiciones -incluyendo varias piezas hasta ahora desconocidas-, las obras que otros autores compusieron para él, su relevancia internacional o su relación con personajes importantes de la época, sin faltar las referencias a sus agotadoras giras o a sus visitas a Pamplona en la cita ineludible de las fiestas de San Fermín.